El local que comenzó con la idea de fiestas universitarias cumplió 10 años y ha ido evolucionando acorde a los tiempos y a su público.
Lo que comenzó con fiestas universitarias se convirtió en el pub más antiguo de la costanera de Antofagasta y está celebrando su décimo aniversario. El local, que en un principio estaba orientado a jóvenes estudiantes de un perfil veinteañero, ha ido evolucionando con su público y ha logrado consagrarse a pesar de las dificultades del paso del tiempo y otros factores como el estallido social y la emergencia sanitaria mundial por Covid-19.
Según comenta Jimmy Ramírez, socio gerente del negocio, Fogo ha mantenido los mismos dueños del local y, a pesar del paso del tiempo, su esencia ha ido evolucionando según lo ha hecho su público. «El público pasó de los 25, 27 años a los treinta y tantos. Entonces, Fogo fue cambiando con nosotros, algo más familiar, más integro, con mejor gastronomía que es de lo que más nos preocupamos».
Los inicios
«Nosotros hacíamos fiestas universitarias, convocábamos a personas en las fiestas que eran muy buenas en su tiempo», comentó Jimmy sobre los inicios del reconocido pub de la costanera de Antofagasta, algo que dio un giro cuando se necesitaron ingresos más fijos, brindándose la oportunidad de establecerse como local.
Al analizar el paso del tiempo, Jimmy indica el progreso que ha desarrollado el restorán, ya que, en esos tiempos, «nunca pensamos que iba a evolucionar a tener un mudador de bebé en el baño», y que al momento de la apertura «era todo más de fiesta, era mucho más informal y el publico objetivo eran los universitarios».
Pandemia y estallido social
Tal como a todo lo relacionado con el mercado y la economía mundial por la emergencia sanitaria del Covid-19, como la situación política a nivel país que se desarrolló a partir de octubre del 2019, Fogo se vio afectado por estas adversidades, instancias que catalogan como un momento «super duro».
«Ahora lo que quiero es saber cómo lo logramos», reflexionó el socio gerente del negocio, haciendo relación con los compromisos de arriendo y contratos. «Fue un horror reinventarse, se logró sobrevivir en el periodo de pandemia con ideas que teníamos y que funcionaron. Es un negocio que le ha pasado de todo y que de los momentos difíciles sale la mejor idea y el mejor aprendizaje. Es el reflejo de todo lo que nos ha costado hace ya diez años», indicó Ramírez.
Desafíos
Jimmy define a Fogo como un local lindo, cálido, de comida de calidad y que prioriza una carta variada para que, desde gente de tercera edad hasta los infantes puedan disfrutar del ambiente, como también destaca la calidad de la coctelería y los precios accesibles como uno de los valores principales del pub.
Visualización que tiene miras hacia un futuro, con claras intenciones de crecer en otras ciudades. «Es un modelo que funciona super bien y esperamos que Fogo pueda seguir perfeccionando, que la gente siga asistiendo y mejorar en lo que se pueda».
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