Está fiscalización evidenció, además de los vectores, una bodega sucia y desordenada, falta de aseo y control sanitario, presencia de gatos en el área de manipulación de alimentos, campanas de cocina con grasa acumulada, estructuras metálicas oxidadas, cielos con manchas visibles y un cuarto de ducha en condiciones higiénicas deplorables.

Ante la magnitud de las irregularidades, la Seremi de Salud procedió a prohibir el funcionamiento del local de manera inmediata e iniciar un sumario sanitario que podría acarrear multas de hasta mil UTM.

La autoridad sanitaria reiteró el llamado a la ciudadanía a denunciar cualquier situaciónde riesgo sanitario a través de la plataforma OIRS, enfatizando que «es clave que la comunidad nos ayude a detectar estos casos, lo que nos permite monitorear y fiscalizar a quienes incumplen la normativa vigente».