ENAMI, CIPTEMIN y la Municipalidad impulsan el pilotaje de la tecnología ECOFRIT, que evita que el aceite contamine hasta mil litros de agua, fortaleciendo el emprendimiento local.
Foto: Cedida
En un innovador taller práctico y gratuito para aprender la transformación de un residuo común —el aceite de cocina usado— en productos con valor agregado, como velas artesanales e iniciadores de fuego, participaron mujeres jefas de hogar de Taltal.
Esta iniciativa es parte del pilotaje de la tecnología ECOFRIT y la impulsan conjuntamente la Empresa Nacional de Minería (ENAMI), el Centro Integrado de Pilotaje de Tecnologías Mineras (CIPTEMIN) y la Municipalidad de Taltal.
La tecnología ECOFRIT permite solidificar los aceites vegetales, impidiendo que contaminen desagües o basureros. Un solo litro de aceite usado puede contaminar hasta mil litros de agua.
Magdalena Andrade, ingeniera de Nuevos Negocios e Innovación de ENAMI, destacó «La capacitación de hoy… es el resultado de un esfuerzo conjunto, cuyo objetivo es incorporar herramientas innovadoras que fomenten una economía circular en nuestros territorios. Este enfoque demuestra que la innovación no es exclusiva de nuestros procesos, sino que es un esfuerzo colaborativo que involucra a todo el ecosistema.»
El objetivo es fortalecer las capacidades locales, permitiendo que las mujeres generen una nueva línea de negocio. Juan Manuel Troncoso, de la Planta José Antonio Moreno de ENAMI, relevó que este es un apoyo directo a las emprendedoras locales.
Residuos Complejos en Oportunidades Concretas
El pilotaje no solo busca la eficiencia ambiental, sino también el valor social. La Dra. Cynthia Torres Godoy, directora ejecutiva de CIPTEMIN, explicó «Esta iniciativa transforma un residuo complejo en una oportunidad concreta para las comunidades, permitiendo reducir contaminación, promover economía circular y transferir capacidades que pueden convertirse en nuevos emprendimientos locales.»
Por su parte, Martín Brochiero, CEO de ECOFRIT, señaló que el éxito de la jornada fue ver cómo las participantes descubrieron el valor del residuo con la tecnología, demostrando que la innovación «también empodera a las personas».
Las jefas de hogar concluyeron la jornada elaborando sus propias velas decorativas e iniciadores de fuego. Karina Olave, una de las participantes, manifestó su entusiasmo por el método: «Quedé fascinada, porque yo antes había probado esas cosas que enseñan por internet, de mezclar aceite con agua y así, pero esto es distinto: el reciclaje cambia y se pueden hacer muchas cosas bonitas.»
El pilotaje continuará evaluando el desempeño de la solución para validar oficialmente el modelo, en busca de replicarlo en otros lugares de la región.
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