Sheccid Sepúlveda falleció durante marzo de este año en Clínica Bupa debido a una serie de irregularidades en su intervención médica. A poco más de tres meses del hecho, la madre de la joven denuncia que desde el recinto no quieren hacer entrega de la documentación requerida a Fiscalía, lo que impide que avance el proceso judicial enmarcado en una querella por cuasidelito de homicidio interpuesta por la madre de la joven.
En horas de la tarde familiares y amigos de Sheccid Sepúlveda, quien falleció en Clínica Bupa tras realizarse una cirugía bariática durante abril del presente año, se manifestaron en el frontis del centro asistencial para exigir al recinto que haga entrega de documentación relacionada a la muerte de Sheccid para continuar con el proceso judicial.
Según denuncia Jaqueline Saavedra, madre de la víctima, se encuentra en proceso una querella por cuasidelito de homicidio contra los responsables de la muerte de Sheccid. Sin embargo, este proceso puede continuar debido a que Clínica Bupa «no ha entregado la documentación correspondiente a Fiscalía», para poder enviar las pericias a Santiago.
Saavedra explicó que «desde ese día (del fallecimiento) hice la denuncia y ahora es una querella por cuasidelito de homicidio en contra de todos los profesionales de salud, en contra de la clínica, que tenga alguna participación. en lo que ocurrió.
Además, Jaqueline Explicó que no es la única dolencia que están viviendo actualmente, relacionado al caso de su hija, sino que también «estamos sufriendo ahora difamación por parte de mi hija, una persona que ya no existe y que tampoco se puede defender, haciéndola culpable de que lo que pasó fue culpabilidad de ella. Mientras no se entregue (la documentación) no se puede ver lo que hay en la autopsia, y eso nos importa».
El Caso
Sheccid Sepúlveda tenía 20 años y estudiaba la carrera de Química y Farmacia en la Universidad Católica del Norte (UCN), cuando el día 16 de marzo ingresó a pabellón en la Clínica Bupa para realizarse una cirugía bariática debido a un síndrome metabólico asociado a una condición de obesidad.
«Mi hija era una persona de 20 años que padecía obesidad, ella se realizó una cirugía bariática a razón de que estaba con un síndrome metabólico, y asociado a lo que resulta tener obesidad. Sin embargo, ella no padecía de enfermedades crónicas (…) Ella entró caminando y empezó a empeorar su situación, cosa que el primer día en que se operó presentaba malestares y dolores de espalda», relató la madre de la joven.
Jaqueline relató que fueron vulnerados los derechos de la joven, y la situación culminó con la desconexión de la joven sin el consentimiento de la madre, ya que se encontraba en un coma inducido.
«Cuando yo llegué estaba completamente desconectada, después que fallece nos entregan el cuerpo y me abandonan con el cuerpo durante casi un día completo», sostiene.
Otras víctimas
Según comentó Jaqueline Saavedra, no sería la única víctima involucrada en los procedimientos del médico encargado de la operación de Sheccid, sino que se trataría de una larga lista de personas que se han visto complicadas con las intervenciones del doctor.
Es el caso de Natali Cáceres, quien se intervino con Rodrigo Villagrán para realizarse un procedimiento médico denominado como «balón gástrico», el que básicamente consiste en introducir un globo de silicona dentro del estómago para tener una sensación de saciedad y, con ello, bajar de peso.
Natali Cáceres tuvo problemas con el pre y post operatorio, ya que el médico, en primera instancia, realizó la intervención a pesar que los procedimientos estéticos se encontraban prohibidos, debido a la crisis sanitaria por el Covid-19. Además, este no le realizó la correspondiente endoscopia protocolar para revisar la intervención.
Mientras que en el post operatorio, Cáceres denuncia que el médico nunca estuvo presente, durante los findes de semana, ya que este residía en Santiago. Además, acusa que le entregó medicamentos de tipo benzodiacepinas. Por último, la víctima relató que estuvo «al borde de la muerte» debido al procedimiento, con secuelas psicológicas y un gasto millonario para poder salvar si situación.
«si yo pudiera definirlo es un embaucador. Entonces, realmente lo primero que hace es ganarse la confianza del paciente para que crea ciegamente en él, y también me significó una experiencia de vida, porque deposité mi confianza tanto en él a no poder visualizarme que yo estaba afectando mi vida, que podía morir confiando en que el me sanara, eso provocó una afectación sicológica tan grande», concluyó Cáceres.
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