El Instituto de Tecnologías Limpias tendrá un financiamiento de 120 millones de dólares para su funcionamiento por los próximos 10 años, y busca permitir que la región alcance altos estándares en cuanto al desarrollo de tecnología e investigación, además del fortalecimiento del capital humano y emprendimiento regional.
Una inversión de 120 millones de dólares están proyectados para el funcionamiento del Instituto de Tecnologías Limpias (ITL) para los próximos 10 años en la región de Antofagasta, lo que pretende impulsar a la región a una escala internacional la aplicación de conocimientos sobre energías limpias, tecnologías y las denominadas «áreas claves», generando un entorno propicio para la investigación y el desarrollo.
El ITL comenzará a funcionar durante noviembre de este año, y permitirá que existan una gran cantidad de proyectos que irán escalando en la región, los que cubrirán materias como cuidado del agua, desarrollo del hidrógeno, potenciamiento de energía, electromovilidad, entre otros; además de apuntar a generar industria y ecoturismo en el territorio.
«la región tiene mucho que ofrecer, no solamente en términos de lugar donde se va escalar la tecnología, sino que también todo lo que tiene relación con la formación de capital humano, fundamental para hacer realidad el sueño de convertir esta región en líder mundial en producción de minerales sustentables, transformación energética, cuidado del medioambiente y desarrollo territorial», destacó el director ejecutivo de la Asociación para el Desarrollo del Instituto Tecnológico (ASDIT), Víctor Pérez.
Además, su presencia busca fortalecer la formación de capital humano, el emprendimiento regional, la investigación y la colaboración de las empresas con el mundo académico.
«Esperamos tener un volumen de cerca de 100 proyectos que se estarán desarrollando en la región, y eso significa que proyectos internacionales tendrán la misma rigurosidad en términos de selección de proyectos, van a poder escalar en la región, vinculándose con equipos de profesionales, técnicos, financiamiento. Necesidades completas del mundo minero y energético», complementó el director de la ASDIT.
En cuanto al desafío, desde la Asociación de Industriales (AIA) destacaron al proyecto como el más grande de la historia de Chile en cuanto a la investigación aplicada, y que tendrá su principal centro de operaciones en la región de Antofagasta.
«Estamos hablando de un desafío enorme para nuestras empresas pequeñas, medianas y grandes. Nuestro centro tecnológico, los emprendedores, los innovadores, las universidades tenemos un desafío enorme para ponernos en la frontera del conocimiento. No solo a nivel nacional, sino que también a nivel mundial», señaló Fernando Cortez, Gerente General de la AIA
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