La joven madre Rosalina Díaz falleció tras caer desde un piso 14 en contexto de VIF. Su pareja, imputado por desacato y la inédita figura penal, está en prisión preventiva mientras familiares exigen justicia en las calles.
Foto: Antofagasta al día
El Servicio Nacional de la Mujer (Sernameg) ha tomado parte activa en el trágico caso de Rosalina Díaz, de 29 años, la joven madre que falleció el pasado domingo 1 de junio, tras caer desde el piso 14 del edificio Nueva Costanera, en el sector centro-norte de Antofagasta, en el marco de un episodio de violencia intrafamiliar.
El servicio convocó al Circuito Intersectorial de Femicidios (CIF) y anunció la interposición de una querella contra la pareja y conviviente de la víctima. El imputado fue formalizado por los delitos de desacato y suicidio femicida, una figura penal que se invoca por primera vez en la Región de Antofagasta y es la segunda en el país. El sujeto quedó sujeto a la medida cautelar de prisión preventiva.
Respecto al delito de desacato, se reveló que el imputado se encontraba en el domicilio que compartía con la víctima, pese a mantener una medida cautelar de alejamiento y orden de abandonar el hogar, decretada previamente por el Juzgado de Garantía por un hecho de violencia intrafamiliar.
La directora regional de Sernameg, Gabriela Araya, enfatizó que el Servicio está brindando «todo el apoyo psicosocial y legal para perseguir esta figura penal».
Araya subrayó la relevancia de este hito jurídico: “Esta es la primera vez que se activa la figura penal de suicidio femicida en la región. Sin duda viene a visibilizar una forma terrible de violencia de género que termina con la vida de una mujer”.
Del mismo modo, el Servicio de la Niñez está velando por la integridad del hijo de la víctima, quien tras el lamentable suceso quedó bajo el cuidado de la familia de su madre.
Cercanos exigen justicia en las calles
La indignación en torno a este caso ha crecido durante los últimos días en la capital regional. Este martes, familiares y amigos de la víctima realizaron una emotiva marcha, recorriendo aproximadamente 2.3 kilómetros desde el edificio donde ocurrieron los hechos hasta el Edificio de Tribunales, ubicado en el centro de Antofagasta.
«Ella no se mató; la mataron, la asesinaron. Que el culpable pague por todo, la pena máxima, porque a mi hermana nadie me la devuelve. Él va a seguir vivo, en una cárcel, pero con vida», declaró la hermana de la víctima, reflejando el profundo dolor y clamor por justicia.
La investigación en torno a este hecho, que marca el primer caso de suicidio femicida en la región y el segundo en el país, quedó fijada en primera instancia en 90 días.
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